¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

LECTURA DIARIA DE LA PALABRA

<< TÚ ERES MI ÚNICA ESPERANZA >>
 
Hoy abro mi Corazón a Ti, Jesús mío y toma todo lo que hay en él. También, abro mi corazón a la esperanza que eres Tú, mi Dios, que nunca fallas y siempre sostienes al débil, consuelas al triste, ayudas al necesitado, sanas al que tiene el Corazón herido y Libras al que no tiene esperanza.
Yo soy ese necesitado y afligido.
Ayúdame, Señor y Dios mío.
Yo le abro mi Corazón a la esperanza para obtener la victoria sobre todo mal que impida mi progreso espiritual y físico. Amen

<<PIDAMOS PERDÓN AL SEÑOR>>
 


Examinemos nuestra conciencia y pidamos perdón por nuestras ofensas durante este día.
Hoy, ¿cómo han estado mis pensamientos y sentimientos, mis actos y mis palabras, mis gestos, mis miradas?  ¿Cómo he vivido la presencia de Dios?.
Pidamos perdón al Señor con esta oración:

Señor mío, Jesucristo, Dios y nombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío: por ser Tu quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me arrepiento, de todo Corazón, de todo lo malo que he hecho y de todo lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he ofendido a Ti, que eres el Sumo Bien y digno de ser amado sobre todas las cosas.
Ofrezco mi vida, obras y trabajos como perdón por mis pecados.
Propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, hacer penitencia, no volver a pecar y huir de las ocasiones de daño y sufrimiento espiritual.
Señor, por los méritos de tu pasión y muerte, apiádate de mí y dame tu gracia para nunca más volverte a ofender. Amen

<<ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO>>
Ven, Espíritu Divino, manda tu luz; desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, don que, entre tus dones, es espléndido;
luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
 gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. 
Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito,
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén †

<<CUBRÁMONOS CON LA SANGRE DE CRISTO>>

Señor Jesús, en tu nombre y con el poder de tu Sangre Preciosa,
 sellamos toda persona, hechos o acontecimientos
a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.  
 Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestra casa,
todos los que la habitan, las personas que el Señor enviara a ella,
así como los alimentos y los bienes que
Él generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el poder de la Sangre de Jesús,
sellamos los lugares en donde vamos a estar este día y
 las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar.
Con el poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestro trabajo material y espiritual los negocios de toda nuestra familia y los vehículos las carreteras los las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar
Con tu Sangre sellamos los actos las mentes y los corazones de todos los habitantes y dementes de nuestra Patria a fin de que tu Paz y tu Corazón al fin reúnen en ella Te agradecemos Señor por tu Sangre y por tu Vida ya que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo Amen 

 LECTURAS DEL DÍA

MARTES 9 DE ENERO DE 2018

PRIMERA PARTE DEL TIEMPO ORDINARIO

CICLO B/VERDE/FERIA/MR, P. 413 (411); LECC. I, P. 487.

MISA DIARIA VER:

SANTOS:

MONICIONES:

SOY UNA MUJER QUE SUFRE
1 Sam 1, 9-20; Mc 1,21-28
El sufrimiento de Ana y el del poseso de Cafarnaúm no pasan desapercibidos a los ojos de Dios. Los que viven pendientes de la voluntad de Dios no se desentienden del dolor de sus hermanos. En el libro de Samuel, el sacerdote Eli removió sus dudas, comprendió el sufrimiento de Ana y le confirmó la bendición y la protección divina. El sacerdote no pronunció una simple formula de cortesía, sino que convenció a Ana de que pronto disfrutaría de la paz de Dios. Elí comprendió el profundo dolor de aquella mujer creyente y se puso de su lado. En el Evangelio de san Marcos el Señor Jesús no esperó que le suplicaran que atendiera al enfermo; tomó la desgracia de aquel pobre enajenado y lo desató de sus cadenas de la ignorancia y la alienación. Nunca podremos acabar con todo el dolor humano. Sin embargo, aliviar, consolar y acompañar a los que sufren nos permite humanizarnos.

ANTÍFONA DE ENTRADA
Vi sentado en el trono celestial a un hombre, a quien adora la multitud de los ángeles que cantan a una sola voz:
"Éste es aquel cuyo poder permanece eternamente".

ORACIÓN COLECTA
Acompaña, Señor, con celestial piedad, los anhelos y súplicas de tu pueblo, para que conozca lo que debe poner por obra y lleve a cabo con firmeza lo que ha conocido.
Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
DEL PRIMER LIBRO DE SAMUEL 1, 9-20

El Señor se acordó de Ana y de su oración, y ella dio a luz a Samuel.

En aquel tiempo, después de tomar la comida ritual en Siló, Ana se levantó y se puso a orar ante el Señor. Llena de amargura y con muchas lágrimas, hizo esta promesa:
"Señor de los ejércitos, mira la aflicción de tu sierva y acuérdate de mí. Si me das un hijo varón, yo te lo consagraré por todos los días de su vida, y en señal de ello, la navaja no tocará su cabeza".
Mientras tanto, el sacerdote Elí estaba sentado a la puerta del santuario. Ana prolongaba su oración y Elí la miraba mover los labios, pero no oía su voz. Pensando que estaba ebria, le dijo:
"Has bebido mucho. Sal de la presencia del Señor hasta que se te pase".
Pero Ana le respondió: "No, señor. Soy una mujer atribulada. No he bebido vino ni bebidas embriagantes; estaba desahogando mi alma ante el Señor. No pienses que tu sierva es una mujer desvergonzada, pues he estado hablando, movida por mi dolor y por mi pena".
Entonces le dijo Elí: "Vete en paz y que el Dios de Israel te conceda lo que le has pedido".
Ella le contestó: "Ojalá se cumpla lo que me dices".
La mujer salió del templo, fue a donde estaba su marido, y comió y bebió con él. Su rostro no era ya el mismo de antes.
A la mañana siguiente se levantaron temprano, y después de adorar al Señor, regresaron a su casa en Rama. Elcaná tuvo relaciones conyugales con su esposa Ana y el Señor se acordó de ella y de su oración.
Ana concibió, dio a luz un hijo y le puso por nombre Samuel, diciendo: "
Al Señor se lo pedí".
Palabra de Dios. 
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
1 Samuel 1 2, 1. 4-5. 6-7. 8abcd
R/. Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador.

Mi corazón se alegra en el Señor,
en Dios me siento yo fuerte y seguro.
Ya puedo responder a mis contrarios,
pues eres tú, Señor, el que me ayuda. R/.

El arco de los fuertes se ha quebrado,
los débiles se ven de fuerza llenos.
Se ponen a servir por un mendrugo los antes satisfechos;
y sin tener que trabajar,
 pueden saciar su hambre los hambrientos.
Siete veces da a luz la que era estéril y
la fecunda ya dejó de serlo. R/.

Da el Señor muerte y vida,
deja morir y salva de la tumba;
él es quien empobrece y enriquece,
quien abate y encumbra. R/.

El levanta del polvo al humillado,
 al oprimido saca de su oprobio,
para hacerlo sentar entre
los príncipes en un trono glorioso. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr 1 Ts 2, 13
R/.
 Aleluya, aleluya.
Reciban la palabra de Dios, no como palabra humana, sino como palabra divina tal como es en realidad. R/.

EVANGELIO

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 21-28

Yo enseñaba como los escribas, sino como quien tiene autoridad.

En aquel tiempo, llegó Jesús a Cafarnaúm y el sábado siguiente fue a la sinagoga y se puso a enseñar. Los oyentes quedaron asombrados de sus palabras, pues enseñaba como quien tiene autoridad y no como los escribas.
Había en la sinagoga un hombre poseído por un espíritu inmundo, que se puso a gritar:
"¿Qué quieres tú con nosotros, Jesús de Nazaret?
¿Has venido a acabar con nosotros?
Ya sé quién eres: el Santo de Dios".
Jesús le ordenó: "¡Cállate y sal de él!".
El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él.
Todos quedaron estupefactos y se preguntaban:
"¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta?
Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen".
Y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea.
Palabra del Señor. 
Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que te sea agradable la ofrenda de tu pueblo por la cual recibimos la santificación y obtenemos lo que piadosamente pedimos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 35, 10
Señor, en ti está la fuente de la vida, y tu luz nos hace ver la luz.
O bien: Jn 10, 10
Yo he venido, dice el Señor, para que tengan vida, y la tengan en abundancia.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por tus sacramentos, te suplicamos, Dios todopoderoso, que te sirvamos dignamente con una vida que te sea agradable.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

LECTURAS DEL DÍA

MIÉRCOLES 10 DE ENERO DE 2018

PRIMERA PARTE DEL TIEMPO ORDINARIO

MISA POR LA EVANGELIZACIÓN DE LOS PUEBLOS

CICLO B/VERDE/FERIA/ MR, P. 1071 (1117): LECC. I P. 491.

MISA DIARIA VER:

SANTOS:

MONICIONES:

GENTE DISPUESTA A ESCUCHAR
1 Sam 3, 1-10; Mc 1, 29-39
La escena que nos relata el evangelista Marcos en las callejuelas de Cafarnaúm es ilustrativa del entusiasmo y la confianza que la persona de Jesús suscitaba entre los campesinos de Galilea. Ellos como nosotros estaban atrapados en un sinfín de problemas. Ellos vivían como hoy dicen, en "una tormenta perfecta": el dominio opresor de Herodes, la tiranía romana, la manipulación religiosa de los dirigentes de Israel, además de la pobreza y su hermana gemela: la enfermedad. El resquicio de esperanza que las acciones y palabras de Jesús suscitaba, los confirmaba en la fidelidad amorosa de Dios. En aquel carpintero de una ranchería insignificante se traslucían de manera única los gestos de la compasión y la misericordia prometidas a Israel.

ANTIFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 66, 2-3
Que Dios tenga piedad de nosotros y nos bendiga, vuelva sus ojos a nosotros, para que conozcamos en la tierra tus caminos y los pueblos tu obra salvadora.

ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que quieres que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad, mira la abundancia de tu mies y dígnate enviarle trabajadores, para que tu Evangelio sea anunciado a toda creatura y tu pueblo, congregado por la palabra de vida y sostenido con la fuerza de los sacramentos, avance por el camino de la salvación y de la caridad.
Por nuestro Señor Jesucristo...

O bien:
Dios nuestro, que enviaste a tu Hijo al mundo como luz verdadera, derrama el Espíritu prometido por ti, que siembre sin cesar la semilla de la verdad en los corazones de los hombres y suscite en ellos la obediencia a la fe, para que todos los renacidos a una vida nueva por el bautismo, merezcan entrar a formar parte de tu único pueblo.
Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA
DEL PRIMER LIBRO DE SAMUEL 3, 1-10.19-20

Habla, Señor, tu siervo te escucha.

En los tiempos en que el joven Samuel servía al Señor a las órdenes de Elí, la palabra de Dios se dejaba oír raras veces y no eran frecuentes las visiones.
Los ojos de Elí se habían debilitado y ya casi no podía ver.
Una noche, cuando aún no se había apagado la lámpara del Señor, estando Elí acostado en su habitación y Samuel en la suya, dentro del santuario donde se encontraba el arca de Dios, el Señor llamó a Samuel y éste respondió: "Aquí estoy".
Fue corriendo a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste?". Respondió Elí: "Yo no te he llamado. Vuelve a acostarte".
Samuel se fue a acostar. Volvió el Señor a llamarlo y él se levantó, fue a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste?".
Respondió Elí: "No te he llamado, hijo mío. Vuelve a acostarte".
Aún no conocía Samuel al Señor, pues la palabra del Señor no le había sido revelada. Por tercera vez llamó el Señor a Samuel; éste se levantó, fue a donde estaba Elí y le dijo: "Aquí estoy. ¿Para qué me llamaste?".
Entonces comprendió Elí que era el Señor quien llamaba al joven y dijo a Samuel: "Ve a acostarte, y si te llama alguien, responde: 'Habla, Señor; tu siervo te escucha' ".
Y Samuel se fue a acostar.
De nuevo el Señor se presentó y lo llamó como antes: "Samuel, Samuel".
Éste respondió: "Habla, Señor; tu siervo te escucha". Samuel creció y el Señor estaba con él. Y todo lo que el Señor le decía, se cumplía. Todo Israel, desde la ciudad de Dan hasta la de Bersebá, supo que Samuel estaba acreditado como profeta del Señor. 
Palabra de Dios. 
Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL
DEL SALMO 39, 2 y 5.7-8a. 8b-9.10
R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.

Esperé en el Señor con gran confianza;
él se inclinó hacia mí y escuchó mis plegarias.
Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor y
no acude a los idólatras, que se extravían con engaños. R/.

Sacrificios y ofrendas no quisiste,
abriste, en cambio, mis oídos a tu voz.
No exigiste holocaustos por la culpa,
así que dije: "Aquí estoy". R/.

En tus libros se me ordena hacer tu voluntad;
esto es, Señor, lo que deseo:
tu ley en medio de mi corazón. R/.

He anunciado tu justicia
en la gran asamblea; n
o he cerrado mis labios,
 tú lo sabes, Señor. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Jn 10, 27 
R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor;
yo las conozco y ellas me siguen. R/.

EVANGELIO

DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 1, 29-39

Curó a muchos enfermos de diversos males.

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano, la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.
Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos los enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era él.
De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y se fue a un lugar solitario, donde se puso a oran Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: "Todos te andan buscando".
Él les dijo: "Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido".
Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.
Palabra del Señor. 
Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Mira, Señor, el rostro de tu Ungido, que se entregó a sí mismo en redención por todos, para que, por él, tu nombre sea glorificado en todas las naciones, y en todo lugar se ofrezca un único sacrificio a tu majestad, desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 28, 20
Enseñen a todos los pueblos a cumplir lo que les he mandado, dice el Señor.
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que, alimentados con el don de nuestra redención, este auxilio de salvación eterna afiance siempre nuestra fe en la verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.