¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

domingo, 27 de marzo de 2016

CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS A LA DIVINA MISERICORDIA

Oh Dios Uno y Trino, fuente inextinguible de Vida que es la Luz de los hombres, Padre Creador, Hijo Redentor, Espíritu Santo Santificador!

Nuestra familia se postra ante ti en esta hora de dificultades para implorar tu Gran Misericordia, que brota del profundo piélago de tu Amor divino, surge en el Corazón Sacratísimo de Jesús y nos llega por la mediación universal del Inmaculado Corazón de María, tu Madre.

A tu Misericordia divina deseamos consagrar hoy nuestras personas, nuestra familia y nuestra vida para que nunca dejes de mirarnos con benevolencia.

Mira, en primer lugar, el fondo de nuestro corazón contrito y humillado que reconoce sus errores e ingratitudes.

Muéstrate indulgente ante la multitud de nuestras deudas y pecados personales y perdona la culpa y la pena que por ellos justamente hemos merecido.

Acoge compasivo, los dolores y peticiones de nuestra familia para que, unidos firmemente en un mismo corazón, seamos fieles a tus mandatos de Amor y nuestro hogar sea un remanso de paz y virtud, que refleje constantemente el modelo de tu Sagrada Familia de Nazaret.

Atiende benigno las peticiones que hacemos diariamente por nuestras necesidades materiales y espirituales.
Envíanos tu Espíritu de Luz y Sabiduría infinitas para que viendo los pequeños sucesos de cada día con ojos de eternidad, seamos siempre fieles a la vocación que asignaste a cada uno de nosotros en tus designios misericordiosos, de modo que se haga realidad el deseo de tu Sagrado Corazón de reinar en y a través de nuestra familia. Jesús, confiamos en ti.

Te encomendamos también mediante esta consagración a todas las autoridades de nuestro país y a los Pastores de tu Iglesia para que por tu Misericordia tengan la Luz y fortaleza necesarias que lleve a nuestra nación según los deseos de tu Sagrado Corazón, que son de paz y no de aflicción.

Asimismo, queremos unir en este acto, nuestra voluntad e intenciones a las que tuvo el Santo Padre el día 17 de agosto del 2002 en Polonia, al consagrar entonces el mundo a tu Divina Misericordia.

 Todo esto te lo pedimos por medio del Corazón Inmaculado de María, para que haga llegar nuestra oración al Corazón Misericordioso de Jesús, en el seno  de tu Trinidad Beatísima.

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal.
Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal
Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal
Tened Misericordia de nosotros, de nuestra nación y del mundo entero


ALABANZAS A LA DIVINA MISERICORDIA

   
 El Amor de Dios es la flor; La Misericordia el fruto.
Que el alma titubeante lea estas consideraciones sobre la Misericordia Divina y recobre la confianza: 

Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre, en Ti confío.
Misericordia Divina, supremo atributo de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, misterio incomprensible, en Ti confío.
Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima Trinidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, humano o angélico, en Ti confío.
Misericordia Divina, de donde brotan vida y felicidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, más sublime que los cielos, en Ti confío.
Misericordia Divina, manantial de milagros y maravillas, en Ti confío.
Misericordia Divina, abrazando todo el universo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que bajas a la tierra en la Persona del Verbo Encamado, en Ti confío.
Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el Corazón de Jesús, en Ti confío.
Misericordia Divina, enclaustrada en el Corazón por nosotros, y especialmente por los pecadores, en Ti confío.
 Misericordia Divina, insondable en la institución de la Sagrada Hostia, en Ti confío.
Misericordia Divina, que fundaste la Santa Iglesia, en Ti confío.
Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la justificación de nosotros por Jesucristo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de la vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos abrazas, especialmente a la hora de la muerte, en Ti confío.
Misericordia Divina, por quien recibimos el don de la inmortalidad, en Ti confío.
Misericordia Divina, siempre a nuestro lado en cada instante de nuestra vida, en Ti confío.
Misericordia Divina, escudo protector de las llamas infernales, en Ti confío.
Misericordia Divina, por quien se convierte el pecador empedernido, en Ti confío.
Misericordia Divina, que dejas atónitos a los Ángeles; inasequible también a los Santos, en Ti confío.
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria, en Ti confío.
Misericordia Divina, manantial de felicidad y gozo, en Ti confío.
Misericordia Divina, que de la nada nos trajiste a la existencia, en Ti confío.
Misericordia Divina, que rodeas con Tus brazos toda obra de Sus manos, en Ti confío.
Misericordia Divina, que presides toda la obra de Dios, en Ti confío.
Misericordia Divina, en la que estamos todos sumergidos, en Ti confío.
Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados, en Ti confío.
Misericordia Divina, única esperanza de los desesperados, en Ti confío.
Misericordia Divina, remanso de corazones, paz en la turbulencia, en Ti confío.
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas, en Ti confío.
Misericordia Divina, esperanza renovada, perdida ya toda esperanza, en Ti confío.

Dios Eterno, en quien la Misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu bondadosa mirada y aumenta Tu misericordia en nosotros para que en los momentos difíciles, no nos desalentemos ni nos desesperemos, sino que, con la máxima confianza, nos sometamos a Tu Santa Voluntad, que es Amor y Misericordia.

Oh incomprensible e infinita Misericordia Divina, ¿quién podrá adorarte como Te mereces. Eres la dulce esperanza del pecador. Uníos estrellas, mar y tierra en un sólo himno y cantad a coro, con vuestra mejor voz, la misericordia Divina, cuya comprensión no se nos alcanza.
Diario de Sor Faustina (11, 296-297).


sábado, 26 de marzo de 2016

PROMESAS DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A QUIEN CONTEMPLE SU SIETE DOLORES

La Santísima Virgen María manifestó a Sta. Brígida que concedía siete gracias a quienes diariamente le honrasen considerando sus lágrimas y dolores y rezando siete Avemarías:

1.  Pondré paz en sus familias.
2.  Serán iluminados en los Divinos Misterios.
3. Los consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
4. Les daré cuanto me pidan, con tal que no se oponga a la voluntad
    adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
5. Los defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal,
    y protegeré en todos los instantes de su vida.
6. Los asistiré visiblemente en el momento de su muerte;

    verán el rostro de su Madre.
7. He conseguido de mi Divino Hijo que las almas que propaguen esta devoción a mis lágrimas y dolores sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos su consolación y alegría.

NOVENA COMPLETA A LA DIVINA MISERICORDIA (DIA POR DIA) Con la CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA

NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA

(Diario, 1209-1229) . Novena a la Divina Misericordia, que Jesús me ordenó escribir y hacer antes de la Fiesta de la Misericordia. 

"Deseo que durante esos nueve días lleves a las almas a la Fuente de Mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a Mi Corazón a un grupo diferente de almas y la sumergirás en este mar de Mi Misericordia.  Y a todas estas almas Yo las introduciré en la Casa de Mi Padre.  Lo harás en esta vida y en la vida futura.  Y no rehusaré nada a ningún alma que traerás a la Fuente de Mi Misericordia. Cada día pedirás a Mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga Pasión".

Contesté: Jesús, no sé cómo hacer esta Novena y qué almas introducir primero en Tu muy Misericordioso Corazón.  Y Jesús me contestó que me diría, día por día, qué almas debía introducir en Su Corazón.

PRIMER DÍA. VIERNES SANTO
"Hoy tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de Mi Misericordia.  De esta forma Me consolarás de la amarga tristeza en que Me sume la pérdida de las almas."

Roguemos para que Dios se digne mostrar Su Misericordia a toda la humanidad.

Jesús tan Misericordioso, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en Tu bondad infinita. Acógenos en la morada de Tu muy compasivo Corazón y nunca nos dejes salir de Él.  Te lo suplicamos por Tu Amor que Te une al Padre y al Espíritu Santo.

Oh omnipotencia de la Divina Misericordia, salvación del hombre pecador,Tú eres la Misericordia y un mar de compasión, ayudas a quien Te ruega con humildad.

Padre Eterno, mira con Misericordia a toda la humanidad, y especialmente a nosotros pobres pecadores que estamos encerrados en el Corazón de Jesús lleno de compasión, y por su dolorosa Pasión muéstranos Tu Misericordia para que alabemos Tu Omnipotencia por los siglos de los siglos. Amén.

Al finalizar se recomienda rezar la
CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA.

LA SEÑAL DE LA CRUZ:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amen.

PADRE NUESTRO.
Padre Nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, Venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestros pecados como nosotros perdonamos a los que nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación y líbranos del maligno enemigo, amen.
DIOS TE SALVE
María llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte, amen.

CREDO DE LOS APÓSTOLES:
Creo en Dios padre todo poderoso, creador del cielo y de la Tierra, Creo en Jesucristo su único Hijo, nuestro Señor que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de poncio pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucito de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todo poderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los Santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida del mundo futuro, amen.

**En las cuentas del padre nuestro, antes de cada decena: 

Padre eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre el Alma y la Divinidad de tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados, Y del mundo entero.

++ En las 10 cuentas pequeñas de cada decena se dice:

Por su dolorosa pasión. Ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Se repiten durante las cinco decenas del rosario.

+Después de las cinco decenas se dice la doxología final. (Tres veces)

**Santo Dios, Santo fuerte, Santo inmortal: Ten piedad de tus consagrados, de nosotros y del mundo entero.

++OH sangre y agua que brotaste del corazón de Jesús, como una fuente de misericordia para nosotros, en ti confió. (Diario 84) 3 VECES.

++Expiraste Jesús, pero la fuente de vida broto para las almas y el mar de la misericordia se abrió para el mundo entero. OH fuente de vida insondable misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros (diario1319)
ORACIÓN FINAL:

OH Dios eterno en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros tu mirada bondadosa y aumenta tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos sino que, con gran confianza nos sometamos a tu santa voluntad que es el amor y la misericordia mismos. (Diario 950)
EN EL NOMBRE DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPIRITU SANTO. AMEN.
  
SEGUNDO DÍA. SÁBADO SANTO.
"Hoy tráeme a las almas de los sacerdotes y las almas de los religiosos, y sumérgelas en Mi misericordia insondable.  Fueron ellas las que Me dieron fortaleza para soportar Mi amarga Pasión.  A través de ellas, como a través de canales, Mi Misericordia fluye hacia la humanidad."

Roguemos por los sacerdotes, los religiosos y las religiosas, pues por ellos se derrama la Misericordia de Dios sobre la humanidad.

Jesús Misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta Tu gracia en nosotros (las almas de Tus sacerdotes, religiosas y religiosos) para que realicemos (realicen) dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean (los veamos)glorifiquen (glorifiquemos) al Padre de Misericordia que está en el Cielo.

La fuente del Amor de Dios, vive en los corazones limpios,Purificados en el mar de Misericordia, resplandecientes como las estrellas, claros como la aurora.

Padre Eterno, mira con Misericordia a las almas de los sacerdotes, y a las almas de las religiosas y de los religiosos; otórgales el poder de Tu bendición. Por el Amor del Corazón de Tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de Tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación, y a una sola voz canten alabanzas a Tu Misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.

Al finalizar se recomienda rezar la CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA

TERCER DÍA. DOMINGO DE RESURRECCIÓN
"Hoy tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de Mi Misericordia.  Estas almas Me consolaron a lo largo del Vía Crucis.  Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura."

Roguemos por todos los fieles cristianos.

Jesús infinitamente compasivo, que desde el tesoro de Tu Misericordia les concedes a todos Tus gracias en gran abundancia, acógenos a todos los fieles cristianos en la morada de Tu clementísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de Él. Te lo suplicamos por el inconcebible Amor Tuyo con que Tu Corazón arde por el Padre celestial.

Son impenetrables las maravillas de la Misericordia, no alcanza sondearlas ni el pecador ni el justo.Miras a todos con Compasión, y atraes a todos a tu Amor

Padre Eterno, mira con Misericordia a las almas de todos los fieles cristianos como herencia de Tu Hijo y por su Dolorosa Pasión, concédeles Tu bendición y rodéalas con Tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen Tu infinita Misericordia por los siglos de los siglos.

Al finalizar se recomienda rezar la CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA  

CUARTO DÍA. LUNES
"Hoy tráeme a los paganos (*) y aquellos que todavía no Me conocen.  También pensaba en ellos durante Mi amarga Pasión y su futuro celo consoló Mi corazón.  Sumérgelos en el mar de Mi Misericordia".

  Roguemos por todos los que no conocen  a Dios y que aún viven en la ignorancia de la Misericordia Divina.

Jesús compasivísimo, que eres la Luz del mundo entero, acoge en la morada de Tu piadosísimo Corazón a las almas de quienes todavía no Te conocen y no conocen a Dios. Que los rayos de Tu gracia las iluminen para que también ellas unidas a nosotros, ensalcen Tu Misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de Tu compasivísimo Corazón.

La Luz de Tu Amor ilumine las tinieblas de las almas.Haz que estas almas Te conozcan, y todos juntos glorifiquemos Tu Misericordia.

Padre Eterno, mira con Misericordia a las almas de quienes todavía no Te conocen y no creen en Cristo, pero que están encerrados en el muy compasivo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de TuMisericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Al finalizar se recomienda rezar la CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA  

(*) Nota: Nuestro Señor originalmente usó las palabras “los paganos”, ya que Él habló a Sor Faustina según el contexto de su tiempo. Desde el pontificado del Papa Juan XXIII, la Iglesia ha juzgado apropiado el  reemplazo de este término por la denominación “los que no creen en Cristo” “los que no conocen a Dios” (ver  el Misal Romano, 1970).

QUINTO DÍA. MARTES
"Hoy tráeme a las almas de los herejes y de los cismáticos (*), y sumérgelas en el mar de Mi Misericordia.  Durante Mi amarga Pasión, desgarraron Mi cuerpo y Mi Corazón, es decir, Mi Iglesia.  Según regresan a la Iglesia, Mis llagas cicatrizan y de este modo alivian Mi Pasión".

Roguemos por los hermanos separados que creen en Cristo pero que desgarran su Cuerpo Místico, para que vuelvan pronto a la unidad de la Santa Iglesia.

Jesús sumamente misericordioso, que eres la bondad misma, Tú no niegas la luz a quienes Te la piden. Acoge en la morada de Tu muy compasivo Corazón a las almas de los hermanos separados que creen en Ti y llévalas con Tu luz a la unidad con la Iglesia; no las dejes alejarse de la morada de Tu compasivísimo Corazón, sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de Tu Misericordia.

Padre Eterno, mira con Misericordia a las almas de los hermanos separados que creen en Cristo y que han malgastado Tus bendiciones y han abusado de Tus gracias por  persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el Amor de Tu Hijo y la amarga Pasión que sufrió por ellos, ya que también ellos están acogidos en el sumamente compasivo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen Tu gran Misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

Al finalizar se recomienda rezar la CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA  

(*)Nota: Las palabras originales de Nuestro Señor son aquí “herejes y cismáticos”, ya que Él habló a Sor Faustina según el contexto de su tiempo.  Desde el Concilio Vaticano II, las autoridades eclesiásticas han considerado impropio usar esas denominaciones según las explicaciones expuestas en el Decreto Conciliar sobre el Ecumenismo (# 3).  Es apropiado usar en su lugar el término “los hermanos separados”.  Sin embargo con el tiempo la Iglesia ha decidido usar todavía otra denominación: “los hermanos que creen en Cristo” (ver el Misal Romano, 1970).    

SEXTO DÍA. MIÉRCOLES
"Hoy tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños,  y sumérgelas en Mi misericordia.  Éstas son las almas más semejantes a Mi Corazón.  Ellas Me fortalecieron durante Mi amarga agonía.  Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de Mis altares.  Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias.  Solamente el alma humilde es capaz de recibir Mi gracia;  concedo Mi confianza a las almas humildes".

Roguemos por los niños pequeños y por aquellas almas que se han hecho iguales a ellos en su pureza y simplicidad.

Jesús, tan misericordioso, Tú Mismo has dicho:
Aprendan de Mí, que soy manso y humilde de corazón.  Acoge en la morada de Tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños.  Estas almas llevan a todo el Cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial.  Son un ramillete perfumado ante el Trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios Mismo. Estas almas tienen una morada permanente en Tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.

De verdad el alma humilde y mansa aquí en la tierra respira el paraíso. Y del perfume de su humilde corazón Se deleita el Creador Mismo.
Padre Eterno, mira con Misericordia a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús.  Estas almas son las más semejantes a Tu Hijo.  Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza Tu Trono. Padre de Misericordia y de toda bondad, te suplico por el Amor que tienes por estas almas y el gozo que Te proporcionan, bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de Tu Misericordia por los siglos de los siglos.  Amén.

Al finalizar se recomienda rezar la CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA
  
SÉPTIMO DÍA.  JUEVES
 
"Hoy tráeme a las almas que veneran y glorifican Mi Misericordia de modo especial y sumérgelas en Mi Misericordia.  Estas almas son las que más lamentaron Mi Pasión y penetraron más profundamente en Mi espíritu.  Ellas son un reflejo viviente de Mi Corazón compasivo.  Estas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura.  Ninguna de ellas irá al fuego del infierno.  Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte".

Roguemos por todos los que anuncian la Misericordia de Dios

Jesús Misericordiosísimo, cuyo Corazón es el Amor mismo, acoge en la morada de Tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de Tu Misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios Mismo.  En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en TuMisericordia, y unidas a Ti, cargan sobre sus hombros a toda la humanidad.  Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que Tu Misericordia las protegerá en la hora de la muerte.

El alma que ensalza la bondad de su Señor es por Él particularmente amada.  Está siempre al lado de la fuente viva y saca gracias de la Divina Misericordia.

Padre Eterno, mira con Misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran Tu Misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones, desbordantes de gozo, Te cantan, oh Altísimo, un cántico de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales Tu Misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en Ti.  Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo: "A las almas que veneren esta infinita Misericordia Mía, Yo Mismo las defenderé como Mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte".

Al finalizar se recomienda rezar la CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA  
  
OCTAVO DÍA.  VIERNES
"Hoy tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de Mi Misericordia.  Que los torrentes de Mi Sangre refresquen el ardor del purgatorio.  Todas estas almas son muy amadas por Mí.  Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a Mi Justicia.  Está en tu poder llevarles alivio.  Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de Mi Iglesia y ofrécelas en su nombre...
Oh, sí conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con Mi Justicia".

Roguemos por las almas del purgatorio, para que el torrente de la preciosa Sangre disminuya y abrevie sus sufrimientos.

Jesús Misericordiosísimo, Tú Mismo has dicho que deseas la Misericordia; heme aquí que llevo a la morada de Tu muy compasivo Corazón a las almas del purgatorio, almas que Te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adeudada a Tu justicia.  Que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de Tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de Tu Misericordia.

Del tremendo ardor del fuego del purgatorio se levanta un lamento a Tu Misericordia. Y reciben consuelo, alivio y refrigerio en el torrente de Sangre y Agua derramado.

Padre Eterno, mira con Misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús. Te suplico por la Dolorosa Pasión de Jesús, Tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su Sacratísima Alma fue inundada, muestra Tu Misericordia a las almas que están bajo Tu justo escrutinio.  No las mires sino a través de las heridas de Jesús, Tu amadísimo Hijo, ya que creemos que Tu bondad y Tu compasión no tienen límites.

Al finalizar se recomienda rezar la CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA  

NOVENO DÍA. SÁBADO
"Hoy tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de Mi Misericordia.  Estas almas son las que más dolorosamente hieren Mi Corazón. A causa de las almas tibias, Mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos.  A causa de ellas dije: Padre, aleja de Mí este cáliz, si es Tu voluntad.  Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a Mi Misericordia".

Roguemos por las almas tibias e indiferentes

Jesús piadosísimo, que eres la compasión misma, Te traigo a las almas tibias a la morada de Tu Piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y Te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de Tu Amor puro.  Oh Jesús tan compasivo, ejercita la omnipotencia de Tu Misericordia y atráelas al mismo ardor de Tu Amor y concédeles el amor santo, porque Tú lo puedes todo.

El fuego y el hielo no pueden estar juntos, ya que se apaga el fuego o se derrite el hielo. Pero Tu Misericordia, oh Dios, puede socorrer las miserias aún mayores.

Padre Eterno, mira con Misericordia a las almas tibias, que sin embargo, están acogidas en el Piadosísimo Corazón de Jesús.  Padre de Misericordia, Te suplico por la amarga Pasión de Tu Hijo y por Su Agonía de 3 horas en la Cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de Tu Misericordia. Amén.

Al finalizar se recomienda rezar la CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA

CORONA DE LOS SIETE DOLORES DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA

 "El camino para penetrar en los sufrimientos del Hijo
es penetrar en los sufrimientos de la Madre. "

Practicamos esta devoción rezando, todos los días, siete veces el Avemaría mientras meditamos los siete dolores de María (un Avemaría en cada dolor).

María quiere que meditemos en sus dolores.

Por eso al rezar cada Avemaría es muy importante que cerrando nuestros ojos y poniéndonos a su lado, tratemos de vivir con nuestro corazón lo que experimentó su Corazón de Madre tierna y pura en cada uno de esos momentos tan dolorosos de su vida. Si lo hacemos vamos a ir descubriendo los frutos buenos de esta devoción: empezaremos a vivir nuestros dolores de una manera distinta y le iremos respondiendo al Señor como Ella lo hizo.

Comprenderemos que el dolor tiene un sentido, pues ni a la misma Virgen María, la Madre “tres veces admirable”, por ser Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu Santo, Dios la libró del mismo.

Si María, que no tenía culpa alguna, experimentó el dolor, ¿por qué no nosotros?
Modo de practicar esta devoción:

1er DolorLA PROFECÍA DEL ANCIANO SIMEÓN
EN LA PRESENTACIÓN DEL NIÑO JESÚS. (Lc. 2, 22-35)

VIRGEN MARÍA: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención como corredentora sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor. . .
Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...

2º Dolor
LA HUIDA A EGIPTO CON JESÚS Y JOSÉ.
(Mt. 2, 13-15)

VIRGEN MARÍA: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . .
Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...

3er DolorLA PÉRDIDA DEL NIÑO JESÚS EN EL TEMPLO. (Lc. 2, 41-50).

VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . .
Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...

4º DolorEL ENCUENTRO DE JESÚS
CON LA CRUZ A CUESTAS CAMINO DEL CALVARIO.
(Vía Crucis, 4ª estación).

VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . .
Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...

5º DolorMARÍA AL PIE DE LA CRUZ. (Jn. 19, 17-30).

VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.
Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...

6º Dolor
MARÍA RECIBE A JESÚS BAJADO DE LA CRUZ (Mc. 15, 42-46).

VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como Él nos amó.
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...

7º DolorSEPULTURA DE JESÚS Y SOLEDAD DE MARÍA.
(Jn. 19, 38-42).

VIRGEN MARÍA: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva y corredentora, le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor . . .
Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos…
Padre Nuestro, Dios te salve María, Gloria ...

sábado, 19 de marzo de 2016

LA MADRE TERESA DE CALCUTA SERÁ CANONIZADA EN ROMA EL 4 DE SEPTIEMBRE

2016-03-15
El Papa presidió el Consistorio para fijar la fecha de la canonización de cinco nuevos santos.

Son José Sánchez del Río, el niño cristero; Estanislao de Jesús y María que vivió en el siglo XVIII; la religiosa María Isabel Hesselblad; el sacerdote argentino José Gabriel Brochero y la Madre Teresa de Calcuta

Los primeros que subirán a los altares como santos en una ceremonia conjunta eldomingo 5 de junio serán Estanislao de Jesús y María y María Isabel Hesselblad.

El sacerdote polaco fue un predicador incansable de la misericordia de Dios.

La religiosa sueca dedicó su vida al ecumenismo y a los más pobres. Falleció en 1957.   

El domingo 4 de septiembre será canonizada la madre Teresa de Calcuta, exactamente 19 años y un día antes de su fallecimiento en 1997. Será una multitudinaria ceremonia a la que asistirán miles de peregrinos de todo el mundo.

Y el domingo 16 de octubre serán proclamados santos en una ceremonia conjunta el sacerdote argentino José Gabriel Brochero y el niño cristero. El sacerdote evangelizó las áreas más deprimidas de Argentina a lomos de un burro y se le considera un modelo de sacerdote en periferias. José Sánchez del Río era apenas un niño de 14 años cuando fue terriblemente martirizado durante la guerra cristera de México a principios del siglo XX.

Todas las ceremonias estarán presididas por el Papa Francisco.


“SEAN SERVIDORES Y MIREN A LOS OJOS PARA VER EL CORAZÓN”, el Papa a los nuevos Obispos TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA

Ordenación episcopal de Mons. Peter Brian Wells y Mons. Miguel Ángel Ayuso Guixot, celebrado en la Basílica de San Pedro en la Solemnidad de San José, Esposo de la Bienaventurada Virgen María y Patrón Universal de la Iglesia. - AFP
19/03/2016 11:27 

(RV).- “Cuiden y orienten a la Iglesia que se les confía, y sean fieles dispensadores de los misterios de Cristo. Elegidos por el Padre para gobernar su familia, tengan siempre ante sus ojos al Buen Pastor, que conoce a sus ovejas”, lo dijo el Papa Francisco en su homilía en la Misa de ordenación episcopal de Mons. Peter Brian Wells y Mons. Miguel Ángel Ayuso Guixot, celebrado en la Basílica de San Pedro en la Solemnidad de San José, Esposo de la Bienaventurada Virgen María y Patrono Universal de la Iglesia.
(Renato Martinez – Radio Vaticano)

TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA DEL PAPA FRANCISCO

Hermanos e hijos queridos,
Nos hará bien reflexionar atentamente a qué ministerio en la Iglesia son llamados estos hermanos nuestros.
Nuestro Señor Jesucristo, enviado por el Padre para redimir a la humanidad, envió, a su vez, a los doce apóstoles por el mundo, para que, llenos del Espíritu Santo, anunciaran el Evangelio, instruyeran y santificaran a todos los pueblos y los reunieran en un solo rebaño, bajo un único pastor y los guiaran a la salvación.
Para que este ministerio se mantuviera hasta el final de los tiempos, los apóstoles eligieron colaboradores, a quienes, por la imposición de las manos, les comunicaron el don del Espíritu Santo que habían recibido de Cristo, confiriéndoles la plenitud del sacramento del Orden. De esta manera, se ha ido transmitiendo a través de los siglos este ministerio, por la sucesión continua de los Obispos y permanece y se acrecienta hasta nuestros días la obra del Salvador. En la persona del Obispo, en comunión con los presbíteros, se manifiesta la presencia entre ustedes del mismo Jesucristo, Señor y Pontífice eterno.
Es el mismo Jesucristo quien, por el ministerio del Obispo, anuncia el Evangelio y ofrece a los creyentes los sacramentos de la fe. Él es quien, por medio del ministerio paterno del Obispo, agrega nuevos miembros a la Iglesia, que es su cuerpo. Es Cristo quien, valiéndose de la predicación y solicitud pastoral del Obispo, los lleva, a través del peregrinar terreno, a la participación en el Reino de Dios. Cristo que predica, Cristo que hace la Iglesia, fecunda la Iglesia, Cristo que guía: esto es el Obispo.
Reciban, pues, con alegría y acción de gracias a estos hermanos nuestros, que nosotros, los Obispos aquí presentes, por la imposición de las manos, lo agregamos a nuestro Orden episcopal. Deben honrarlo como ministro de Cristo y dispensador de los misterios de Dios: a él se le ha confiado dar testimonio del verdadero Evangelio y administrar la vida del Espíritu y la santidad. Recuerden las palabras de Cristo a los apóstoles: «Quien los escucha a ustedes, a mí me escucha; quien los rechaza a ustedes, a mí me rechaza y, quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado.»
Y a ustedes, queridos hermanos, elegidos por el Señor, recuerden que han sido escogidos entre los seres humanos para servirles en las cosas de Dios. El episcopado es un servicio, no un honor. Por ello, el Obispo debe ante todo vivir para los fieles, y no solamente presidirlos; porque, según el mandato del Señor, el que es mayor debe hacerse el más pequeño, y el que preside, debe servir humildemente. Sean servidores. De todos: de los más grandes y de los más pequeños. De todos, pero siempre servidores, al servicio.
Proclamen la palabra de Dios a tiempo y a destiempo; exhorten con toda paciencia y deseo de edificar. En la oración y en el sacrificio eucarístico, pidan abundancia y diversidad de gracias, para que el pueblo a ustedes encomendado participe de la plenitud de Cristo. No se olviden que la primera tarea del Obispo es la oración: esto lo ha dicho Pedro, el día de la elección de los siete diáconos. La segunda tarea, el anuncio de la Palabra. Luego viene lo demás. Pero el primero es la oración. Si un Obispo no reza, no podrá hacer nada.
Cuiden y orienten a la Iglesia que se les confía, y sean fieles dispensadores de los misterios de Cristo. Elegidos por el Padre para gobernar su familia, tengan siempre ante tus ojos al Buen Pastor, que conoce a sus ovejas: detrás de cada carta existe una persona. Detrás de cada misiva que ustedes reciban, existe una persona. Que esta persona sea conocida por ustedes y que ustedes sean capaces de conocerla.
Amen con amor de padre y de hermano a cuantos Dios pone bajo su cuidado, especialmente a los presbíteros y diáconos. Hace llorar cuando escuchamos que un presbítero dice que ha pedido hablar con su Obispo y la secretaria le ha dicho que “tiene muchas cosas por hacer, pero dentro de tres meses no lo podrá recibir”. El primer prójimo del Obispo es su presbítero: su primer prójimo. Si tú no amas al primer prójimo, no serás capaz de amar a todos. Cercanos a los presbíteros, a los diáconos, a sus colaboradores en el ministerio; cercanos a los pobres, a los débiles, a los que no tienen hogar y a los inmigrantes. Miren a los fieles en los ojos. Pero miren el corazón. Y que aquel fiel tuyo sea presbítero, diacono o laico, pueda mirar tu corazón. Pero mirar siempre en los ojos.
Cuiden diligentemente de aquellos que aún no están incorporados al rebaño de Cristo, porque ellos también les han sido encomendados en el Señor. No se olviden que forman parte del Colegio episcopal en el seno de la Iglesia católica, que es una por el vínculo del amor. Por tanto, su solicitud pastoral debe extenderse a todas las Iglesias, dispuesto siempre a acudir en ayuda de las más necesitadas.
Preocúpense, pues, de la grey universal, a cuyo servicio les pone el Espíritu Santo para servir a la Iglesia de Dios. Y esto háganlo en el nombre del Padre, cuya imagen representas en la Iglesia; en el nombre de su Hijo, Jesucristo, cuyo oficio de Maestro, Sacerdote y Pastor ejerces; y en el nombre del Espíritu Santo, que da vida a la Iglesia de Cristo y fortalece nuestra debilidad. Que el Señor los acompañe, les esté cerca en este camino que hoy inician.