¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

jueves, 21 de mayo de 2015

UNA REGLA SABIA: «HIJOS, OBEDEZCAN SIEMPRE A SUS PADRES, PADRES, NO EXASPEREN A SUS HIJOS». CATEQUESIS DEL PAPA

Papa Francisco impartiendo su catequesis en la Audiencia General - ANSA
20/05/2015 12:30
(RV).- En el miércoles de la VII semana de Pascua y a la vigilia del domingo de Pentecostés, el Santo Padre siguiendo con sus catequesis sobre la familia habló sobre la vocación natural a educar a los hijos en tiempos en los que no faltan las dificultades.

“Para los padres que ven a los hijos sólo a la noche cuando regresan cansados a casa es difícil educar a los hijos”, afirmó el Pontífice, y más aún para “los padres separados que están sobrecargados por esta condición”.

La pregunta que plantea el Papa Bergoglio y que interpela a los padres en el marco de una realidad social en la que intelectuales críticos de todo tipo han acallado la figura parental de miles de formas para “defender a las jóvenes generaciones” de los daños “verdaderos o presuntos” de la educación familiar, es la de cómo educar.

“La  alianza educativa está en crisis en nuestros días. ¡Está rota! Los síntomas son muchos: por una parte hay tensiones y desconfianza entre padres y educadores; por otra parte, cada vez son más los “expertos” que pretenden ocupar el papel de los padres los cuales quedan relegados a un segundo lugar.”

Uno de los síntomas de la fractura familia-sociedad se da en las mismas escuelas donde se verifican tensiones y desconfianza entre padres y educadores, afirmó el Sucesor de Pedro. 

Los expertos, señaló, “saben todo”: objetivos, motivaciones, técnicas y los padres deben sólo escuchar, aprender y adecuarse. Así, los padres privados de su rol, “se vuelven a menudo excesivamente aprensivos y posesivos antes sus hijos, hasta el punto de no corregirlos jamás”.

El miedo a equivocarse

De ahí el Santo Padre hace partir una pregunta fundamental:
 ¿Cómo hemos llegado a este punto?
Así como es cierto que los padres, o más bien, algunos modelos del pasado tenían algunos límites, el Papa Bergoglio sostuvo que también es verdad que hay errores que sólo los padres están autorizados a cometer, porque pueden compensarlos en un modo que es imposible para cualquier otro.

La vida de hoy es “avara de tiempo” para “hablar, reflexionar y confrontarse”, dijo el Papa,  y es por eso que muchos padres “secuestrados” por el trabajo y otras preocupaciones, en el marco de la complejidad de la vida actual, están como “paralizados por miedo a equivocarse”.

“Es necesario favorecer la armonía, el diálogo y la colaboración entre los diversos agentes de la educación. El papel de los padres es insustituible, solo ellos pueden compensar algunos errores. Sin embargo, a veces se encuentran paralizados por miedo a equivocarse, ante la complejidad de la vida actual y las nuevas exigencias de sus hijos.”

Por eso el Santo Padre nos interpela a preguntarnos: ¿tratamos de entender dónde están verdaderamente los hijos en su camino? ¿Sabemos dónde está realmente su alma? ¿Lo queremos saber?

El papel de la Iglesia

“La Iglesia está llamada a acompañar la misión educativa de los padres, sobre todo con la luz de la Palabra de Dios, que funda la familia sobre el amor. El mismo Jesús recibió una educación familiar, que le ayudó a crecer en edad, sabiduría y gracia. Si la educación familiar recobra su protagonismo, muchas cosas cambiarán para bien. Es hora de que los padres y las madres regresen de su exilio  - se han autoexiliado de la educación de los hijos - y se impliquen plenamente en la educación de los hijos.”.

San Pablo Apóstol recuerda la reciprocidad de los deberes entre padres e hijos, nos recordó a su vez Francisco: “Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque esto es agradable al Señor. Padres, no exasperen a sus hijos, para que ellos no se desanimen” (Col 3, 20- 21). 

“Una regla sabia”, dijo el Pontífice, en cuya base “está el amor” que “no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido,… todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.” (1 Cor 13, 5- 6)

“Pidamos al Señor que dé a los padres la confianza, la libertad y el valor necesarios para cumplir fielmente su misión educativa. Que Dios los bendiga. Muchas gracias”.
(GM – RV)



QUE LOS PADRES VUELVAN A SER PROTAGONISTAS DE LA EDUCACIÓN, PIDIÓ EL PAPA, TEXTO DE LA CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO:

 
El Papa Francisco durante la audiencia general del miércoles 20 de mayo con miles de fieles en la Plaza de San Pedro - ANSA
20/05/2015 10:56
(RV).- En su catequesis de la  audiencia general – celebrada el tercer miércoles de mayo en la Plaza de San Pedro y ante la presencia de varios miles de fieles y peregrinos procedentes de numerosos países – el Papa Francisco, prosiguió sus reflexiones sobre la familia y la vida real, deteniéndose en esta ocasión en una de sus vocaciones fundamentales, a saber, la educación de los hijos.
El Obispo de Roma explicó que se trata de una característica esencial de la familia puesto que hay que educar a los hijos a fin de que crezcan en la responsabilidad para sí mismos y para los demás.
  
TEXTO DE LA CATEQUESIS DEL PAPA FRANCISCO:

Queridos hermanos y hermanas,

Quiero darles la bienvenida porque he visto entre ustedes tantas familias, ¡Buenos días a todas las familias! Continuamos a reflexionar sobre la familia.
Hoy nos detendremos para reflexionar en una característica esencial de la familia, es decir, su naturaleza vocacional a educar los hijos para que crezcan en la responsabilidad de sí mismos y de los otros. Aquello que hemos escuchado del apóstol Pablo, al inicio, es muy bello: «Ustedes, hijos, obedezcan a los padres en todo; porque esto agrada al Señor. Ustedes, padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desalienten» (Col, 3, 20-21). Esta es una regla sabia: el hijo que es educado a escuchar a los padres y a obedecer a los padres, quienes no deben de mandar en un feo modo, para no desanimar a los hijos. Los hijos, de hecho, deben crecer sin desanimarse, paso a paso. Si ustedes padres dicen a los hijos: ‘Subimos sobre esa escalera’ y los toman de la mano y paso a paso les ayudan a subir, las cosas irán bien. Pero si ustedes dice: “Ve allá” - “Pero no puedo” – “Ve”, esto se llama exasperar a los hijos, pedir a los hijos las cosas que no son capaces de hacer.

Por esto, la relación entre los padres y los hijos debe ser de una sabiduría, de un equilibrio, muy grande. Hijos obedezcan a sus padres, eso le gusta a Dios. Y ustedes padres, no exasperen a los hijos, pidiéndoles cosas que no pueden hacer. Y esto es necesario hacer para que los hijos crezcan en la responsabilidad de sí mismos y de los demás.
Parecería una constatación obvia, sin embargo, en nuestros tiempos no faltan las dificultades. Es difícil para los padres educar a sus hijos a quienes ven sólo por la noche, cuando vuelven a casa cansados del trabajo. ¡Aquellos que tienen la suerte de tener trabajo! Y aún más difícil para los padres separados, a quienes les pesa esta condición: pobres, han tenido dificultades, se han separado y tantas veces el hijo es usado como rehén y el papá le habla mal de la mamá y la mamá le habla mal del papá, y se hace tanto mal. Pero yo digo a los padres separados: ¡nunca, nunca, nunca usar al hijo como rehén! Se han separado por tantas dificultades y motivos, la vida les ha dado esta prueba, pero que los hijos no sean quienes carguen el peso de esta separación, que no sean usados como rehenes contra el otro cónyuge, que crezcan escuchando que la mamá habla bien del papá, aunque no están juntos, y que el papá hable bien de la mamá. Para los padres separados esto es muy importante y muy difícil, pero pueden hacerlo.

Pero, sobre todo, la pregunta ¿Cómo educar? ¿Qué tradición tenemos hoy para transmitir a nuestros hijos? Intelectuales ‘críticos’ de todo tipo han callado a los padres en mil modos, para defender las jóvenes generaciones de daños – varios o presuntos – de la educación familiar.  La familia ha sido acusada, entre otros, de autoritarismo, de favoritismo, de conformismo, de represión afectiva que genera conflictos.

De hecho, se ha abierto una grieta entre la familia y la sociedad, entre la familia y la escuela, el pacto educativo hoy se ha roto, y así la alianza educativa de la sociedad con la familia ha entrado en crisis porque se ha minado la confianza recíproca. Los síntomas son muchos. Por ejemplo, en la escuela se han comprometido las relaciones entre los padres y los profesores. A veces hay tensiones y desconfianza recíproca; y las consecuencias naturalmente recaen sobre los hijos.
Por otro lado, se han multiplicado los llamados ‘expertos’, que han ocupado el papel de los padres también en los aspectos más íntimos de la educación. Sobre la vida afectiva, sobre la personalidad y el desarrollo, sobre los derechos y sus deberes, los ‘expertos’ saben todo: objetivos, motivaciones, técnicas.

Y los padres sólo deben escuchar, aprender a adecuarse. A menudo, privados de su papel, se vuelven excesivamente aprensivos y posesivos con respecto a sus hijos, hasta llegar a no corregirlos nunca: “Tú no puedes corregir al hijo”. Tienden a confiarles siempre más a los ‘expertos’, también para los aspectos más delicados y personales de su vida, colocándolos en un rincón solos; y así los padres hoy corren el riesgo de autoexcluirse de la vida de sus hijos. ¡Y esto es gravísimo! Hoy hay casos de este tipo. No digo que suceda siempre, pero existen. La maestra en la escuela regaña al niño y hace una nota a los padres.

Yo recuerdo una anécdota personal. Una vez, cuando estaba en cuarto grado de la escuela primaria he dicho una mala palabra a la maestra y la maestra, una buena mujer, ha llamado a mi mamá. Ella ha ido el día siguiente, han hablado entre ellas y después me han llamado. Mi mamá delante a la profesora me ha explicado que aquello que yo había hecho era algo malo, que no debía hacerlo; pero mi mamá lo ha hecho con tanta dulzura y me ha pedido pedirle perdón a la maestra. Yo lo he hecho y después me he quedado contento porque he dicho: ‘ha terminado bien la historia’. ¡Pero eso era el primer capítulo! Cuando regresé a casa, comenzó el segundo capítulo… Imagínense ustedes, hoy, si la maestra hace algo de este tipo, al día siguiente se encuentra a los dos padres o a uno de los dos a regañarla, porque los ‘expertos’ dicen que los niños no se deben regañar así. ¡Han cambiado las cosas! Por este motivo, los padres no deben autoexcluirse de la educación de los hijos.
Es evidente que este enfoque no es bueno: no es armónico, no es dialógico, y en lugar de favorecer la colaboración entre la familia y los otros agentes educativos, las escuelas, los gimnasios…. los contrapone.

¿Cómo hemos llegado a este punto? No hay duda que los padres, o mejor, ciertos modelos educativos del pasado tenían algunos límites, no hay duda. Pero es también verdad que hay errores que sólo los padres están autorizados a hacer, porque pueden compensarlos de un modo que es imposible a ningún otro.
Por otra parte, lo sabemos bien, la vida se ha convertido en avara de tiempo para hablar, reflexionar, confrontarse. Muchos padres son ‘secuestrados’ por el trabajo – papá y mamá deben trabajar- y por otras preocupaciones, avergonzados de las nuevas exigencias de los hijos y de la complejidad de la vida actual, - que es así, debemos aceptarla como es - y se encuentran como paralizados por el temor a equivocarse.
El problema, sin embargo, no es sólo hablar. De hecho, un diálogo superficial no conduce a un verdadero encuentro de la mente y del corazón.
Preguntémonos más bien: ¿Buscamos entender ‘dónde’ los hijos verdaderamente están en su camino? ¿Dónde está realmente su alma? ¿Lo sabemos? Y sobre  todo: ¿Lo queremos saber? ¿Estamos convencidos de eso, en realidad, no esperan algo más?

Las comunidades cristianas están llamadas a ofrecer apoyo a la misión educativa de las familias, y lo hacen sobre todo con la luz de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo recuerda la reciprocidad de los deberes entre los padres y los hijos: «Ustedes, hijos, obedezcan a los padres en todo; porque esto agrada al Señor. Ustedes, padres, no exasperen a sus hijos, para que no se desalienten» (Col, 3, 20-21). En la base de todo está el amor, aquel que Dios nos dona, que «no falta al respeto, no busca su propio interés, no se enoja, no toma en cuenta el mal recibido… todo perdona, todo cree, todo espera, todo soporta» (1 Cor 13, 5-6).
También en las mejores familias es necesario soportarse y ¡Se necesita tanta paciencia para soportarse! Pero es así la vida. La vida no se hace en laboratorio, se hace en la realidad. El mismo Jesús ha pasado a través de la educación familiar.
En este caso, la gracia del amor de Cristo lleva a cumplir lo que está inscrito en la naturaleza humana. ¡Cuántos ejemplos estupendos tenemos de padres cristianos llenos de sabiduría humana! Ellos muestran que la buena educación familiar es la columna vertebral del humanismo. Su irradiación social es el recurso que permite compensar las lagunas, las heridas, los vacíos de paternidad y maternidad que tocan los hijos menos afortunados. Esta irradiación puede hacer auténticos milagros. ¡Y en la Iglesia suceden cada día estos milagros!

Deseo que el Señor done a las familias cristianas la fe, la libertad y la valentía necesarias para su misión. Si la educación familiar reencuentra el orgullo de su protagonismo, muchas cosas mejorarán, para los padres inciertos y para los hijos decepcionados.

Es el momento en que los padres y las madres regresen de su exilio, - porque se han auto-exiliado de la educación de los hijos -, y re-asuman plenamente su papel educativo. Esperemos que el Señor conceda a los padres esta gracia: de no auto-exiliarse en la educación de los hijos. Y esto solamente puede hacerlo el amor, la ternura y la paciencia.
 (Traducción del italiano de Mercedes De La Torre  - RV).


sábado, 16 de mayo de 2015

NOVENA BREVE AL ESPÍRITU SANTO


La NOVENA DEL ESPÍRITU SANTO  debe ser la más importante  para todo cristiano ya que fue la primera que celebraron los Apóstoles con la Virgen María en el Cenáculo. Allí aguardaron con recogimiento y oración su venida y recibieron sus abundantes y maravillosos dones (Hechos de las Apóstoles 2, 1..)

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS


Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la llama de tu amor. Oh, Dios, que con la Luz del Espíritu Santo iluminas los corazones de tus fieles, concédenos que guiados por el mismo Espíritu, disfrutemos de lo que es recto y nos gocemos con su consuelo celestial.


Ven, Espíritu Santo, por tu Don Sabiduría, concédenos la gracia de apreciar y estimar los bienes del cielo y muéstranos los medios para alcanzarlos.
 Gloria...

Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Entendimiento, ilumina nuestras mentes respecto a los misterios de la salvación, para que podamos comprenderlos perfectamente y abrazarlos con fervor. 
Gloria...

Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Consejo, inclina nuestros corazones a actuar con rectitud y justicia para beneficio de nosotros mismos y de nuestros semejantes. 
Gloria... 

Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Fortaleza, fortalécenos con tu gracia contra los enemigos de nuestra alma, para que podamos obtener la corona de la victoria. 
Gloria...

Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Ciencia, enséñanos a vivir entre las cosas terrenos para así no perder las eternas. 
Gloria...

Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Piedad, inspíranos a vivir sobria, justa, y piadosamente en esta vida, para alcanzar el cielo en la otra vida. 
Gloria.

Ven, Espíritu Santo, por tu Don de Temor de Dios, hiere nuestros cuerpos con tu temor para así trabajar por la salvación de nuestras almas. 
Gloria...

ORACIÓN.

 Oh Dios, que has unido las Naciones en la confesión de tu Nombre, concédenos que los que han renacido por el agua del Bautismo, tengan la misma fe en sus corazones y la misma piedad en sus acciones.

Oh Dios, que enviaste el Espíritu Santo a los Apóstoles, oye las oraciones de tus fieles para que gocen de la verdadera Paz,
quienes por tu gracia, han recibido el Don de la verdadera fe.
Te suplicamos, oh Dios, que tu Santo Espíritu encienda en nuestros corazones esa llama que Cristo trajo a la tierra y
deseó ardientemente fuera encendida.
Inflama, oh Señor, nuestros corazones con el fuego del Espíritu Santo, para que te sirvamos castos de cuerpo y limpios de corazón. Enriquece, Señor, nuestros corazones derramando con plenitud tu Santo Espíritu por cuya sabiduría fuimos creados y por cuya providencia somos gobernados.
Te suplicamos, oh Dios Todopoderoso y Eterno, que tu Santo Espíritu nos defienda y habite en nuestras almas, para que al fin, seamos los templos de su gloria.
Te pedimos, Señor, que según la promesa de tu Hijo, el Espíritu Santo nos lleve al conocimiento pleno de toda la verdad revelada.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén


lunes, 11 de mayo de 2015

AÚN HOY SE ASESINAN A LOS CRISTIANOS EN NOMBRE DE DIOS, DIJO EL PAPA EN SU HOMILÍA

El Papa Francisco celebra la Misa matutina en la Capilla de la Casa de Santa Marta - OSS_ROM
11/05/2015 12:53
(RV).- Aún hoy se asesinan a los cristianos en nombre de Dios, pero el Espíritu Santo da la fuerza para testimoniar hasta el martirio. Lo dijo el Papa Francisco durante su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.  

TAMBIÉN HOY HAY QUIEN MATA A LOS CRISTIANOS CREYENDO DAR CULTO A DIOS

En el Evangelio del día, Jesús anuncia a los discípulos la venida del Espíritu Santo:

 “Yo tengo tantas cosas que decirles, pero en este momento ustedes no son capaces de llevar el peso; pero cuando vendrá el Paráclito, el Espíritu de la verdad, Él los guiará hacia toda la verdad”. El Señor “habla del futuro, de la cruz que nos espera, y nos habla del Espíritu, que nos prepara a dar el testimonio cristiano”.

Habla “del escándalo de las persecuciones”, del “escándalo de la Cruz”. “La vida de la Iglesia – observó el Papa –  es un camino guiado por el Espíritu” que nos recuerda las palabras de Jesús y “nos enseña las cosas que aún Jesús no ha podido decirnos”: “Es compañero del camino” y “también nos defiende” del “escándalo de la Cruz”.

En efecto, la Cruz es un escándalo para los judíos que “piden signos” y necedad para “los griegos, es decir, los paganos” que “piden sabiduría, ideas nuevas”. Los cristianos, en cambio, predican a Cristo crucificado. De este modo, Jesús prepara a los discípulos para que no se escandalicen de la Cruz de Cristo: “Los expulsarán de las sinagogas – dice Jesús –  es más viene la hora en que cualquiera los matará, creyendo que rinde culto a Dios”:

“Hoy somos testigos de estos que matan a los cristianos en nombre de Dios, porque son incrédulos, según ellos. Ésta es la Cruz de Cristo: ‘Harán eso porque no han conocido ni al Padre ni a mí’. ‘Esto que me ha sucedido a mí – dice Jesús – también les sucederá a ustedes – las persecuciones, las tribulaciones – pero, por favor, no se escandalicen; será el Espíritu el que los guiará les hará entender’”.

LA FUERZA DEL ESPÍRITU DE LOS FIELES COPTOS DEGOLLADOS EN LA PLAYA

En este contexto, el Papa Francisco recordó la conversación telefónica mantenida el día anterior con el Patriarca copto Tawadros, “porque era el día de la amistad copto-católica”:

“Pero yo recordaba a sus fieles, que han sido degollados en la playa por ser cristianos. Estos fieles, por la fuerza que les ha dado el Espíritu Santo, no se escandalizaron. Morían con el nombre de Jesús en sus labios. Es la fuerza del Espíritu. El testimonio. Es verdad, esto es precisamente el martirio, el testimonio supremo”.

EL TESTIMONIO DE CADA DÍA

“Pero también está el testimonio de cada día  –  prosiguió diciendo el Papa –  el testimonio de hacer presente la fecundidad de la Pascua” que “nos da el Espíritu Santo, que nos guía hacia la verdad plena, la entera verdad, y nos hace recordar lo que Jesús nos dice”:

“Un cristiano que no toma seriamente esta dimensión ‘martirial’ de la vida no ha entendido aún el camino que Jesús nos ha enseñado: camino ‘martirial’ de cada día; camino ‘martirial’ en el defender los derechos de las personas; camino ‘martirial’ en el defender a los hijos: papás, mamás, que defienden su familia; camino ‘martirial’ de tantos, tantos enfermos que sufren por amor de Jesús. Todos nosotros tenemos la posibilidad de llevar adelante esta fecundidad pascual por este camino ‘martirial’, sin escandalizarnos”.

“Pidamos al Señor – dijo el Papa  al concluir –  la gracia de recibir al Espíritu Santo que nos hará recordar las cosas de Jesús, que nos guiará a la verdad total y nos preparará cada día para dar este testimonio, para dar este pequeño martirio de cada día o un gran martirio, según la voluntad del Señor”.

(María Fernanda Bernasconi - RV).

INTENCIONES DEL SANTO PADRE PARA EL MES DE MAYO DEL 2015

INTENCIÓN UNIVERSAL

CUIDADO POR LOS QUE SUFREN

Para que, rechazando la cultura de la indiferencia, cuidemos a los que sufren, en particular a los enfermos y a los pobres.



INTENCIÓN POR LA EVANGELIZACIÓN


DISPONIBILIDAD A LA MISIÓN

Para que la intercesión de María ayude a los cristianos que viven en contextos secularizados a hacerse disponibles para anunciar a Jesús

¿QUIÉN DICE QUE LAS MADRES NO PUEDEN SER SANTAS? DIEZ EJEMPLOS EN SU DÍA

REDACCIÓN CENTRAL, 09 May. 15 / 05:00 pm (ACI).-
Con motivo de la celebración del Día de la Madre, ACI Prensa presenta una lista de diez madres que llegaron a la santidad. Mujeres que son ejemplo para las madres católicas de hoy, que muestran que en la vida cotidiana del matrimonio y la familia se puede alcanzar la gloria del cielo.

1.- SANTA GIANNA BERETTA MOLLA (1922-1962)
Esta santa italiana enfermó de cáncer y decidió continuar con el embarazo de su cuarto hijo, en vez someterse a un aborto, como le sugerían los médicos para salvar su vida.
Gianna estudió medicina y se especializó en pediatría. Su trabajo con los enfermos se resumía en la siguiente frase: “Como el sacerdote toca a Jesús, así nosotros los médicos tocamos a Jesús en los cuerpos de nuestros pacientes.”
Se casó con Pietro Molla, con quien tuvo cuatro hijos. Durante toda su vida consiguió equilibrar que su trabajo con su misión de madre de familia.
Gianna murió el 28 de abril de 1962, con 39 años de edad, una semana después de haber dado a luz. Fue canonizada el 16 de mayo del año 2004 por el Papa Juan Pablo II, quien la convirtió en la patrona de la defensa de la vida.
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2.-SANTA MÓNICA (332-387), MADRE DE SAN AGUSTÍN
La madre de San Agustín nació en Tagaste (África) en el año 332. Sus padres la casaron con un hombre llamado Patricio. Aunque era muy trabajador, su esposo era violento, mujeriego, jugador y despreciaba la religión.
Durante 30 años, Mónica sufrió los ataques de ira de su marido. Santa Mónica oraba y ofrecía sacrificios constantemente por la conversión de su esposo.
 En el año 371 Dios le concedió este deseo y Patricio se bautizó. Quedó viuda un año después cuando Agustín tenía 17 años.
Durante 15 años rezó y ofreció sacrificios por la conversión de su hijo, quien llevaba una vida libertina.
En el año 386, San Agustín le anunció su conversión al catolicismo y su deseo de permanecer célibe hasta la muerte.
Murió santamente en el año 387 a los 55 años de edad. Muchas madres y esposas se encomiendan a San Mónica por la conversión de sus hijos y maridos.
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3.-SANTA RITA DE CASIA (1381-1457)
Aunque desde niña quiso ser religiosa, sus padres la casaron con Paolo Ferdinando.
Su marido pertenecía a una familia de mercenarios y a pesar de que era bebedor, mujeriego y violento, Rita le fue fiel durante todo su matrimonio. La pareja tuvo dos gemelos del mismo temperamento que su padre. La Santa encontró fortaleza en Jesús, a quien ofrecía su dolor.
Tras 20 años de oración, Paolo se convirtió y empezó un camino de santidad junto a Rita. Sin embargo, fue asesinado por sus enemigos. Sus hijos juraron vengar la muerte de su padre y Rita pidió al Señor que les concediera la muerte antes que verlos cometer un pecado mortal. Antes de morir, los gemelos perdonaron a los asesinos de su padre.
En el año 1417 ingresó como religiosa al convento de las monjas agustinas. Allí meditó y profundizó la Pasión de Cristo. En  año 1443, recibió los estigmas. Tras una grave enfermedad falleció en 1457. Su cuerpo está incorrupto hasta ahora. Se le conoce como la “Santa de los Imposibles”.
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4.-SANTA MARÍA DE LA CABEZA (¿?- 1175)
María Toribia nació en España, cerca de Madrid. Fue la esposa de San Isidro Labrador. Realizaba sus labores con humildad, paciencia, devoción y austeridad. Además, siempre fue atenta y servicial con su marido. La pareja solo tuvo un hijo.
Debido a que tanto Isidro como María querían tener una vida totalmente entregada a Dios, decidieron separarse. Su esposo se quedó en Madrid, y María partió hacia una ermita. Allí se entregó a profundas meditaciones y hacía obras de caridad.
Cuando María de la Cabeza murió, fue enterrada en la ermita que con tanto amor visitaba. Sus restos fueron trasladados a Madrid y se le atribuyen milagros de curación a los males de la cabeza.
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5.-SANTA ANA, MADRE DE LA VIRGEN MARÍA
Joaquín y Ana eran un rico y piadoso matrimonio que residía en Nazaret. Como la pareja no tenía hijos, él sufría humillaciones en el Templo. Un día, el santo no volvió a su casa, sino que fue a las montañas para entregar a Dios su dolor. Cuando Ana se enteró del motivo de la ausencia de su marido, pidió al Señor que le quitara la esterilidad y le prometió ofrecer a sus hijos para su servicio.
Dios escuchó sus oraciones y envió le un ángel que le dijo: "Ana, el Señor ha mirado tus lágrimas; concebirás y darás a luz y el fruto de tu vientre será bendecido por todo el mundo".  Este ángel hizo la misma promesa a Joaquín, que volvió  donde su esposa. Ana dio a luz una hija a quien llamó Miriam (María) y que fue la Madre de Jesucristo.
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6.-BEATA ÁNGELA DE FOLIGNO (1249-1309)
Ángela vivió apegada a las riquezas desde su juventud hasta su vida de casada. Además, tuvo una vida libertina.
En 1285 sufrió una crisis existencial. Debido a que vivía cerca de Asís, se sintió tocada y retada por el ejemplo de San Francisco. Un día estaba tan atormentada por el remordimiento que pidió al Santo que la librase. Entonces fue a la Iglesia de San Feliciano donde hizo una confesión de vida.
Allí hizo una promesa de castidad perpetua y empezó a llevar una vida de penitencia, regalando sus mejores vestidos y haciendo estrictos ayunos. Después de su conversión, perdió sucesivamente su madre, su marido y a sus ocho hijos. Murió en 1309.
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7.-SANTA ISABEL DE PORTUGAL (1274-1336)
A los 14 años se convirtió en esposa de Dionís, rey de Portugal. Desde que llegó al país se ganó la simpatía del pueblo por su carácter piadoso y devoto. Aunque su marido era mujeriego y tenía hijos con varias mujeres, Isabel los acogió en la corte y les dio un trato cristiano. Pero cuando el príncipe Alfonso advirtió que su derecho al trono estaba en peligro, decidió rebelarse y el rey respondió violentamente.
Esta pelea entre padre e hijo causó mucho dolor a Isabel que intervino muchas veces en las batallas entre Dionís y Alfonso. Un día, la reina se interpuso entre ambos ejércitos para evitar el derramamiento de sangre.
Luego de la muerte del rey en 1325, Isabel se retiró a Coimbra. En 1336 estalló un nuevo conflicto entre Alfonso IV y el rey de Castilla, Alfonso XI, que era nieto de Isabel.
La reina fue hasta el campamento de los ejércitos, donde fue recibida y cayó enferma. Antes de morir, su hijo le prometió que no invadiría Castilla.
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8.-SANTA CLOTILDE (474-545)
Gracias a ella, el fundador de la nación francesa se convirtió al catolicismo y Francia fue un país católico. La reina convenció a su marido de convertirse al cristianismo si él ganaba la batalla de Tolbiac, contra los alemanes.
El rey Clodoveo logró la victoria y fue bautizado en la navidad de 496 por el Obispo San Remigio. Esa misma noche recibieron el sacramento la hermana del rey y tres mil de sus hombres. Desde ese momento, Clotilde fue llamada en Francia: “Hija primogénita de la Iglesia”.
Clotilde era amada por todos a causa de su gran generosidad con los pobres, su pureza y devoción. Sus súbditos solían decir que parecía más una monja que una reina.
Después de la muerte de Clodoveo, hubo guerra porque sus dos hijos querían el trono. Durante 36 años, Clotilde rezó por la reconciliación de ambos. Un día, cuando los dos ejércitos estaban listos para el combate, estalló una fuerte tormenta que impidió la batalla. Gracias a la oración de la reina, los hermanos hicieron las paces. Si quiere conocer más sobre la vida de esta santa haga clic aquí:
9.-SANTA ELENA (270-329)
En medio de la pobreza conoció al general romano Constancio Cloro. Se enamoraron y se casaron. El hijo de la pareja fue el emperador Constantino. Fue repudiada por su esposo, por ambición al poder. Santa Elena pasó 14 años de sufrimiento y se convirtió al cristianismo.
En 306, Constantino fue proclamado emperador romano aunque continuó siendo pagano. Sin embargo, se convirtió cuando vio una  Cruz, antes de la batalla de Saxa Rubra, con una leyenda que decía: “Con este signo vencerás”.
Tras la victoria, Constantino decretó que la libre profesión de la religión católica y expandió el cristianismo por todo el imperio. El emperador autorizó a su madre para que utilice el dinero del gobierno para realizar buenas obras. La Iglesia atribuye a Santa Elena el descubrimiento de la Cruz de Cristo. Murió santamente en el año 329.
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10.-BEATA CELIA GUERIN, MADRE DE SANTA TERESA DE LISIEUX (1831-1877)
Aunque durante su juventud también quiso ser monja, la abadesa le negó la entrada al convento. Por ello decidió abrir un negocio de encaje. La buena calidad de su trabajo hizo famoso a su taller. Siempre tuvo un buen trato para con sus trabajadores.
En 1858 Celia se cruza en la calle con el joven relojero Luis Martin. En poco tiempo ambos se enamoraron y se casaron tres meses después.
Celia siempre quiso tener muchos hijos y que todos fueran educados para el cielo. Eso fue exactamente lo que hizo porque sus cinco hijas Paulina, Leonia, María, Celina y Teresa fueron religiosas. La última fue Santa y Doctora de la Iglesia.
El amor que Celia sentía por Luis era profundo y elevado. Para ella, su mayor alegría era estar junto a su esposo y compartir con él una vida santa.
En 1865 el cáncer al seno provocaría mucho sufrimiento a Celia. Sin embargo, supo asumir su enfermedad y estaba dispuesta a aceptar la voluntad de Dios. Murió en 1877. Fue beatificada junto con su esposo por el Papa Benedicto XVIen el año 2008. Será canonizada este año en octubre de este año por el Papa Francisco.

 Por María Ximena Rondón