¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?
“SÁBELO, TEN POR CIERTO, HIJO MÍO EL MÁS PEQUEÑO, QUE YO SOY LA PERFECTA SIEMPRE VIRGEN SANTA MARÍA, MADRE DEL VERDADERÍSIMO DIOS POR QUIEN SE VIVE, EL CREADOR DE LAS PERSONAS, EL DUEÑO DE LA CERCANÍA Y DE LA INMEDIACIÓN, EL DUEÑO DEL CIELO, EL DUEÑO DE LA TIERRA, MUCHO DESEO QUE AQUÍ ME LEVANTEN MI CASITA SAGRADA, EN DONDE LO MOSTRARÉ, LO ENSALZARÉ AL PONERLO DE MANIFIESTO: LO DARÉ A LAS GENTES EN TODO MI AMOR PERSONAL, EN MI MIRADA COMPASIVA, EN MI AUXILIO, EN MI SALVACIÓN: PORQUE YO EN VERDAD SOY VUESTRA MADRE COMPASIVA, TUYA Y DE TODOS LOS HOMBRES QUE EN ESTA TIERRA ESTÁIS EN UNO, Y DE LAS DEMÁS VARIADAS ESTIRPES DE HOMBRES, MIS AMADORES, LOS QUE A MÍ CLAMEN, LOS QUE ME BUSQUEN, LOS QUE CONFÍEN EN MÍ, PORQUE ALLÍ LES ESCUCHARÉ SU LLANTO, SU TRISTEZA, PARA REMEDIAR PARA CURAR TODAS SUS DIFERENTES PENAS, SUS MISERIAS, SUS DOLORES…". "ESCUCHA, PÓNLO EN TU CORAZÓN, HIJO MÍO EL MENOR, QUE NO ES NADA LO QUE TE ESPANTÓ, LO QUE TE AFLIGIÓ, QUE NO SE PERTURBE TU ROSTRO, TU CORAZÓN; NO TEMAS ESTA ENFERMEDAD NI NINGUNA OTRA ENFERMEDAD, NI COSA PUNZANTE, AFLICTIVA. ¿NO ESTOY AQUÍ, YO, QUE SOY TU MADRE? ¿NO ESTÁS BAJO MI SOMBRA Y RESGUARDO? ¿NO SOY, YO LA FUENTE DE TU ALEGRÍA? ¿NO ESTÁS EN EL HUECO DE MI MANTO, EN EL CRUCE DE MIS BRAZOS? ¿TIENES NECESIDAD DE ALGUNA OTRA COSA?. QUE NINGUNA OTRA COSA TE AFLIJA, TE PERTURBE; …” Palabras de Nuestra Señora de Guadalupe a San Juan Diego, tomadas del Nican Mopohua.

domingo, 6 de diciembre de 2020

SIGNIFICADO DEL ÁRBOL DE NAVIDAD

La costumbre de colocar en los hogares cristianos un árbol adornado, durante las fiestas de Navidad, es recomendable, ya que este árbol puede recordar a los fieles que Cristo, nacido por nosotros en Belén, es el verdadero Árbol de la Vida, árbol del que fue separado el hombre a causa del pecado de Adán.

 Conviene, pues, invitar a los fieles a que vean en este árbol, lleno de luz, a Cristo, luz del mundo, que con su nacimiento nos conduce a Dios que habita en una luz inaccesible.

 La bendición de este árbol la hará, ordinariamente, el padre o la madre al iniciarse las fiestas de Navidad y en ella conviene que participen todos los miembros de la familia.

 

EL ÁRBOL mismo nos trae a la memoria el árbol del Paraíso (cf. Gn 2, 9 - 17) de cuyo fruto comieron Adán y Eva desobedeciendo a Dios. El árbol entonces nos recuerda el origen de nuestra desgracia: el pecado. Y nos recuerda que el niño va a nacer de Santa María es el Mesías prometido que viene a traernos el don de la reconciliación.

 

LAS LUCES,  nos recuerdan que el Señor Jesús es la luz del mundo que ilumina nuestras vidas, sacándonos de las tinieblas del pecado y guiándonos en nuestro peregrinar hacia la Casa del Padre.

 

LA ESTRELLA.  Al igual que en Belén hace dos mil un años una estrella se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño Jesús, con María su Madre, causando este acontecimiento una gran alegría en los Reyes Magos (ver Mt 2, 9 - 10). Hoy una estrella corona nuestro árbol recordándonos que el acontecimiento del nacimiento de Jesús ha traído la verdadera alegría a nuestras vidas.

 

LOS REGALOS, colocados a los pies del árbol simbolizan aquellos dones con los que los reyes magos adoraron al Niño Dios. Además nos recuerdan que tanto amó Dios Padre al mundo que le entregó (le regaló) a su único hijo para que todo el que crea en Él tenga vida eterna

BENDICIÓN DE LA CORONA DE ADVIENTO EN FAMILIA

 ORACIÓN CON LA CORONA DE ADVIENTO
Las lecturas se pueden repartir de antemano entre la familia pero es significativo que la cabeza del hogar tome las lecturas principales

PRIMERA SEMANA

Todos hacen la señal de la cruz

Guía:    "Nuestro auxilio es en el nombre del Señor"
Todos: "Que hizo el cielo y la tierra"
Guía: "En los días de adviento, recordamos nuestra espera en la liberación del Señor. Siempre necesitamos Su salvación. En torno a esta corona recordaremos su promesa.

LECTURA DEL PROFETA  ISAÍAS  9:1-2
El pueblo que andaba a oscuras  vio una luz grande. Los que vivían en tierra de sombras una luz brilló sobre ellos. Acrecentaste el regocijo, hiciste grande la alegría. Alegría por tu presencia, cual la alegría en la siega, como se regocijan repartiendo botín.  
Palabra de Dios
Todos: "Te alabamos Señor".

Guía: ROMANOS 13, 11-12.
"Ya es hora de despertaros del sueño, porque ahora nuestra salvación está más cerca  que cuando empezamos a creer. La noche está avanzada, el día se echa encima: dejemos las actividades de las tinieblas y pertrechémonos con las armas de la luz"

BENDICIÓN DE LA CORONA

Guía: Bendícenos Señor y a esta corona de adviento.
Guía: "Señor Dios nuestro, te alabamos por tu Hijo Jesucristo:
Él es Emmanuel, la esperanza de los pueblos, La sabiduría  que nos enseña y guía, El Salvador de todas las naciones.
 Señor Dios que tu bendición descienda sobre nosotros al encender las velas de esta corona.
 Que la corona y su luz sean un signo de la promesa del Señor que nos trae salvación.
 Que venga pronto y sin tardanza.
Te lo pedimos por Jesucristo Nuestro Señor
.
Todos: "amen".
SE ENCIENDE LA PRIMERA VELA
Guía: "Bendigamos al Señor"
Todos  hacen la señal de la cruz mientras dicen: "Demos gracias a Dios".
Recordamos a la virtud de la Fe.
La Anunciación
La Virgen María, como el pueblo judío, esperaba la venida del Salvador, rezaba, leía, meditaba y guardaba las Sagradas Escrituras en su corazón.
Nosotros nos preparamos para dar nuestro "Si" unidos a María en la Anunciación.
Tiempo de silencio  / Tiempo de intercesión
Rezar Padre Nuestro  /  Ave María.

ORACIÓN FINAL:
"Dios todopoderoso, aviva en tus fieles, al comenzar el Adviento, el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, acompañados por las buenas obras, para que, colocados un día a su derecha, merezcan poseer el reino eterno. 
Por nuestro Señor Jesucristo.

Todos: "Amén".

PREPARÁNDONOS PARA LA NAVIDAD … ORIGEN DE LA CORONA O GUIRNALDA DE ADVIENTO:

Es uno de los símbolos litúrgicos de este tiempo.

La CORONA DE ADVIENTO tiene su origen en una tradición pagana europea;  es un símbolo tradicional de Alemania difundido por todo el mundo, que consistía en prender velas durante el frio y la oscuridad de diciembre,  colectaban coronas de ramas verdes y encendían fuegos como señal de esperanza en la venida de la primavera, representaba el ruego al dios sol para que regresara con su luz y calor durante el invierno.

Los primeros misioneros aprovecharon esta tradición para evangelizar a las personas, tomando como fundamento el texto bíblico de San Juan 8, 12 (“Yo Soy la Luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas …”);  siendo Jesucristo, entonces  el origen de la vida y la Luz Espiritual, adoptaron este símbolo para expresar y vivir su fe en torno a la persona del Mesías, partiendo así de sus propias costumbres les enseñaron la Fe católica;  por lo tanto, la CORONA DE ADVIENTO no representa una concesión al paganismo sino, al contrario, es un ejemplo de la cristianización de la cultura. Lo viejo ahora toma un nuevo y pleno contenido en Cristo. El vino para hacer todas las cosas nuevas (Apo 21,5).

 Los cristianos supieron apreciar ésta enseñanza de Jesús:
 «Yo Soy la Luz del mundo; el que me siga no
caminará en la oscuridad, sino que tendrá la Luz de la vida.». Así, pues, La Luz que prendemos en la oscuridad del invierno nos recuerda a Cristo que vence la oscuridad.
Nosotros, unidos a Jesús, también somos Luz: Mateo 5,14 «Vosotros sois la luz del mundo. No puede ocultarse una ciudad situada en la cima de un monte."
  
En el siglo XVI católicos y protestantes alemanes utilizaban este símbolo para celebrar el ADVIENTO: Aquellas costumbres primitivas contenían una semilla de verdad que ahora podía expresar la verdad suprema: Jesús es la luz que ha venido, que está con nosotros y que vendrá con gloria. Las velas anticipan la venida de la luz en la Navidad: Jesucristo.

PREPARÁNDONOS PARA LA NATIVIDAD DEL SEÑOR … BENDICIÓN DEL PESEBRE, BELÉN O NACIMIENTO

RITO DE BENDICIÓN DEL PESEBRE

1) Invocación inicial:

Guía: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Todos: Amén.

2) Introducción:

Guía: Alabemos y demos gracias al Señor, que tanto amó al mundo que le entregó a su propio Hijo.

Todos: Bendito seas por siempre, Señor.

Guía: Durante estos días tan especiales de Adviento y Navidad, vamos a contemplar el significado de este nacimiento colocado en nuestro hogar y meditaremos el gran amor del Hijo de Dios, que siendo Dios inmenso, quiso hacerse pequeñito para habitar en medio de nosotros y mostrarnos el camino de la Vida. Pidamos, pues, a Dios, que el misterio que representa el pesebre que nuestras manos han preparado, sea vivido intensamente por nuestros corazones y nos haga crecer en la fe en el Hijo de Dios.

3) Lectura de la Palabra de Dios:

Uno de los presentes lee el siguiente texto del Evangelio de San Lucas (Lc 2, 1-7):

Por aquellos días salió un decreto de César Augusto para que se hiciera un censo del mundo entero. Este primer censo tuvo lugar siendo Quirino gobernador de Siria. Y todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad. También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Estando ellos allí, le llegó a ella el tiempo del alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en la posada.

Después de la lectura se puede hacer algún canto navideño apropiado.

4) Preces:

Guía: En este momento en que nos hemos reunido toda la familia para la bendición del nacimiento, dirijamos nuestros corazones y nuestra oración a Cristo, Hijo de Dios vivo, que quiso ser también hijo de una familia humana; y digámosle:

Todos: Por tu nacimiento, Señor, protege a nuestras familias y a nuestro pueblo.

Guía: Tú que amaste y fuiste amado por tus padres en la Sagrada Familia de Nazareth, afianza a nuestra familia en el amor y la concordia. Oremos al Señor.

Todos: Por tu nacimiento, Señor, protege a nuestras familias y a nuestro pueblo.

Guía: Tú que naciste en un humilde establo, infunde tu Espíritu a nuestro pueblo para que nuestro amor y nuestra solidaridad se manifieste de manera particular con los más pobres y los que sufren. Oremos al Señor.

Todos: Por tu nacimiento, Señor, protege a nuestras familias y a nuestro pueblo.

Guía: Tú que has dado parte de tu gloria a María y a José, admite a nuestros familiares, que en otros años celebraban las fiestas de Navidad con nosotros, en tu familia eterna. Oremos al Señor.

Se hacen peticiones libres.

5. Oración de Bendición:

Guía: Señor Dios, Padre nuestro, que tanto amaste al mundo que nos entregaste a tu Hijo único, nacido de María la Virgen, dígnate bendecir este nacimiento y a la familia cristiana que está aquí presente, para que las imágenes que representan el episodio de tu nacimiento en Belén de Judá, nos ayuden a profundizar en la gratitud y la fe. Te lo pedimos por Jesucristo, tu Hijo amado, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.

Todos: Amén.

PREPARÁNDONOS PARA LA NAVIDAD … HISTORIA DEL PESEBRE NACIMIENTO O BELÉN

Los Belenes, Pesebres o Nacimiento navideño consisten en la representación del nacimiento de Jesús, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo en donde nació Jesús, la Sagrada Familia, los animales y los pastores, también los 3 reyes magos y una estrella con una estela que también suele colocarse  en lo alto del árbol de Navidad.

La palabra pesebre denomina exactamente esa especie de cajón generalmente de madera en que se les echa la comida a los animales. En uno de esos cajones es donde puso la Virgen a su hijo recién nacido, porque al no tener sitio en la posada, tuvieron que guarecerse ella y san José en una cueva de la montaña, de esas que aprovechan los pastores como cobijo para ellos y sus rebaños. "Y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, por no haber sitio para ellos en el mesón" (Lucas 2, 7).

Cuenta la historia que el pesebre como lo conocemos hoy día fue inventado por San Francisco de Asís. Francisco era famoso por la vida que llevaba, hablaba del Evangelio con tanto entusiasmo que la gente y hasta los animales lo escuchaban atentos. En el año 1219, luego de haber formado una nueva congregación religiosa basada en la pobreza absoluta, partió a Oriente y pudo visitar los lugares donde estuvo Jesús.

El recuerdo más intenso de aquel viaje fue la gruta de Belén, donde el Señor quiso nacer en la pobreza más grande. Un día, un hombre rico, llamado Juan le preguntó a Francisco qué debía hacer para imitar a Jesús. Francisco le dijo que se preparara para la NAVIDAD, y así este hombre hizo construir un establo y ordenó que llevaran heno, un buey y un asno. una representación simbólica de la escena del nacimiento, mediante un pesebre (sin niño)  basándose en la tradición cristiana y los Evangelios apócrifos, así como en la lectura de Isaías: "Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne" (Is. 1,3). Así la noche de Navidad de 1223, muchos pastores y gente pobre fueron a la gruta que Juan había preparado para Francisco.

Allí, con el permiso del Papa, Francisco celebró la Santa misa. La emoción fue tal que Francisco se sintió él mismo un niño y comenzó a balbucear como uno de ellos. Entonces pudo verse dentro del pesebre un niño hermosísimo dormido, al que Francisco, sosteniéndolo en sus brazos, intentaba despertar de su sueño.

Entre testigos del milagro muchas eran personas dignas de Fe y así se divulgó la noticia por todo el mundo. De aquel milagro, muchos obtuvieron beneficios espirituales y corporales: algunos se convirtieron, otros utilizaron el heno del pesebre y lo utilizaron como medicina para curar enfermedades y una mujer con los dolores de un parto difícil encontró fuerza y nació un niño y fue fiesta en toda la casa.

sábado, 5 de diciembre de 2020

NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE CON APARICIONES EMPERATRIZ DE AMÉRICA PATRONA DE LAS VOCACIONES PRIMER DÍA, 03 DE DICIEMBRE

 “Por la señal + de la Santa Cruz, de nuestros + enemigos, líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre + del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén”.

  ACTO DE CONTRICIÓN:

 Nos ponemos en presencia de Dios y para que la oración llegue al Cielo, pedimos humildemente perdón al Señor por nuestras faltas (silencio…) y decimos:

 “Pésame, Dios mío, y me arrepiento de todo corazón por haberos ofendido – Pésame por el infierno que merecí y por el cielo que perdí – pero mucho más me pesa – porque pecando ofendí a un Dios tan bueno – y tan grande como Vos. – Antes querría haber muerto que haberos ofendido, y propongo firmemente  no pecar más – y evitar todas las ocasiones próximas de pecado. Amén”.

ORACIÓN INICIAL

 h Virgen de Guadalupe, Madre de Dios y Madre nuestra, que te dignaste hablar a tu siervo Juan Diego con estas tiernas palabras: “Hijito mío, que no se turbe tu corazón... No temas... ¿No estoy aquí Yo que soy tu Madre? ¡No estás acaso bajo mi protección y amparo?”  Llenos, pues de confianza con estas palabras venimos hoy a tus plantas para pedirte que nos concedas todas  las gracias que necesitamos y que deseamos obtener de tu bondad en esta novena.

 REFLEXIÓN

 El sábado 9 de diciembre de 1531 iba Juan Diego, como de costumbre, desde Cuauhtitlán a Tlaltelolco, cerca de la ciudad de México, para asistir a la misa sabatina de la Inmaculada y también a la doctrina que se impartía en el templo ahí establecido.  Al pasar muy de madrugada por el cerrillo llamado Tepeyac oyó de pronto un coro de cantos muy suaves y deleitosos, como  venidos de otro mundo y, en seguida, una voz melodiosa que le llamaba afectuosamente: “Juanito, Juan Dieguito”... Corrió inmediatamente hacia el lugar de donde parecía salir la voz.  Y allí estaba.  Era la Virgen María que venía de parte de Dios, con un mensaje para nuestro pueblo y que Juan Diego fue el primero en recibir con fe y amor.  Dios sigue llamándonos también a nosotros por  medio de la Virgen de Guadalupe.  Respondamos con generosidad  a su llamado.

 ACLAMACIONES A LA VIRGEN DE GUADALUPE

Aclamemos con amor a nuestra Madre de Guadalupe  pidiéndole  también  su ayuda:

 -Bendita seas, oh Virgen de Guadalupe, porque nos regalaste tu propia imagen y quisiste quedarte con nosotros para ser nuestro modelo y conducirnos a Cristo, Camino, Verdad y Vida para todos los hombres.- Ave María.

 -Bendita seas, oh Virgen de Guadalupe, porque quisiste quedarte en medio de nosotros para demostrarnos todo tu amor y compasión y ser nuestro auxilio y defensa en todas nuestras necesidades.- Ave María.

 -Bendita seas, oh Virgen de Guadalupe, porque quisiste quedarte con nosotros para ser nuestra piadosa Madre, oír nuestros lamentos y remediar todas nuestras miserias, penas y dolores.-  Ave María.

SÚPLICA FINAL

Oh Virgen de Guadalupe, “Madre del verdadero Dios por quien se vive”, aquí estamos a tus pies para recordarte una vez más la gran promesa que hiciste a tu siervo Juan Diego de escuchar siempre nuestras súplicas y remediar todas nuestras necesidades.  Te rogamos pues, Madre nuestra, que seamos fieles a nuestra fe y la vivamos; que en cada uno de nosotros reine  siempre  Cristo  y  lo  sigamos;  que haya paz en nuestras familias; que puedan ver la eficacia de tu misericordia  todos  los  que, en  medio de  sus  sufrimientos, se encomiendan a Ti; que imitemos fielmente todas tus virtudes; que crezca constantemente nuestro amor y confianza en Ti; y que, por fin, nos alcances de Dios lo que especialmente queremos conseguir de tu bondad en esta  novena.   Así sea

viernes, 10 de julio de 2020

BREVE HISTORIA DE LA DEVOCIÓN A LA VIRGEN DEL CARMEN


 El Carmelo es una cadena montañosa de Israel que, partiendo de la región de Samaria, acaba por hundirse en el Mar Mediterráneo, cerca del puerto de Haifa.
Todas las montañas palestinas tienen sus recuerdos teofánicos (es decir de las manifestaciones de Dios), que las convierten en cumbres sagradas y místicas.

La advocación de la VIRGEN MARÍA, conocida como NUESTRA SEÑORA DE MONTE CARMELO, es conocida más comúnmente como la  VIRGEN DEL CARMEN y su denominación procede del llamado Monte Carmelo, nombre que deriva de la palabra Karmel o Al-Karem y que se podría traducir como 'jardín'.

Según tradición carmelita, el día de Pentecostés, ciertos    piadosos varones, que habían seguido la traza de vida de los Profetas Elías y Eliseo, abrazaron la fe cristiana; siendo ellos los primeros que levantaron un templo a la VIRGEN MARÍA en la cumbre del Monte Carmelo, en el lugar mismo desde donde Elías viera la nube, que figuraba la fecundidad de la Madre de Dios (1 Reyes 18, 44).

Estos religiosos se llamaron Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, y pasaron a Europa en el siglo XIII, con los Cruzados, aprobando su regla Inocencio IV en 1245, bajo el generalato de San Simón Stock.

El 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció a ese su fervoroso servidor, y le entregó el hábito que había de ser su signo distintivo. Inocencio bendijo ese hábito y le otorgó varios privilegios, no sólo para los religiosos de la Orden, sino también para todos los Cofrades de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Llevando éstos el escapulario, que es la reducción del que llevan los Carmelitas, participan de todos los méritos y oraciones de la Orden y pueden esperar de la Santísima Virgen verse pronto libres del Purgatorio, si hubieran sido fieles en observar las condiciones impuestas para su uso.